La cantidad de gente que había en la feria era elevada pero en ningún momento tuvimos sensación de agobio. Las cervezas ricas, por lo menos las que nosotros probamos. Se podía comer en los numerosos puestos abiertos, tenían música para ambientar y a la gente se le veía muy a gusto.
El único inconveniente es que solo había tres barras (IPAs, Petróleos, Fresh) y las colas eran largas por lo que algunas personas se pasaron el día de cola en cola. Quizás hubiese sido mejor repartir un poco más los tiradores aumentando el número de barras.
A pesar de este detalle la feria mereció la pena y espero que repitan pronto.