Es
curioso la poca importancia que muchas veces le damos a todo lo que envuelve a
nuestro preciado líquido, la cerveza. Normalmente nos fijamos en la chapa
cuando tienen un logotipo bonito o unos colores llamativos sin embargo no le
damos la importancia que tiene cuando solo realiza su importante función de
evitar que el líquido y el gas que contiene nuestra botella no se salga.
El creador
de esta maravilla fue Willian Painter, un inventor que patentó la tapa corona
el 2 de febrero de 1892 (Número de patente 468,226) . Consistía en una tapa
de metal que estaba ondulada en los bordes y tenía un revestimiento de corcho
que se pegaba al cuello de la botella, creando un sello hermético. El borde corrugado le confería el característico aspecto de corona al que le debe su denominación original. Hoy en
día su diseño no ha cambiado mucho.
Además
del valor que tiene para los coleccionistas todos deberíamos darle la importancia
que se merece cuando nos tomemos una birra.
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